Esta pregunta se ha convertido en unas de las más frecuentes en nuestra práctica clínica diaria entre nuestros pacientes de más de 50 años. No se trata de una pregunta que se pueda responder con un SI o un NO rotundos, es necesario explicar de forma “entendible”, cómo podemos corregir la Vista Cansada (Presbicia), en este momento.
Para empezar, es necesario conocer por qué se produce esta Vista Cansada. Se trata de una hipofunción del músculo que utilizamos para el enfoque (Musculo Ciliar), provocado por el crecimiento y los cambios estructurales del Cristalino. Este Cristalino, al igual que otros tejidos, crece de manera lenta pero continua durante toda la vida y en su crecimiento ocupa el espacio que utiliza este músculo para ejercer su trabajo de enfoque. Debido a esto, al inicio de la cuarta década de la vida (antes en los Hipermétropes y después en los Miopes), se empieza a notar la pérdida de la visión cercana, o la dificultad para ver imágenes a menos de treinta centímetros. Este Cristalino, además de crecer y entorpecer el trabajo del Músculo Ciliar, va perdiendo su transparencia apareciendo las conocidas y frecuentes Cataratas.
Una vez conocida la causa de la presbicia, podemos entender mejor qué nuevas técnicas quirúrgicas van a poder tener un éxito mayor, más consistente y duradero en la corrección de la presbicia.
En el incesante avance de la Cirugía Oftalmológica, posiblemente la especialidad quirúrgica que más se ha desarrollado en los últimos 30 años, aparecen nuevas soluciones para esta enorme demanda de nuestros pacientes. Aparecen técnicas que mediante el moldeamiento o modificación de la superficie corneal con láser, calor, implantes intracorneales, etc…, permiten adaptar nuestra cornea o parte de ella para que podamos ver de cerca. He querido empezar comentando cuál es la causa de la presbicia, para que se pueda entender que la cornea no tiene nada que ver en el origen de ésta, y si aquí no está el problema, es muy probable que tampoco esté la solución.
De todas estas técnicas, la más conocida seria el Presbilasik, que es parecido a las técnicas que utilizamos para la corrección de la Miopía, Hipermetropía y Astigmatismo, pero que al contrario que en estas que lo corregido es para toda la vida, en el caso de la Presbicia, al ser este un fenómeno dinámico independiente de la Cornea, el efecto es temporal, son necesarios los retoques cada cierto tiempo y puede alterar la superficie corneal impidiendo que los resultados de cirugías futuras (p.e, Cirugía de Cataratas), sean satisfactorios. Por lo tanto la respuesta a la pregunta del título, si nos referimos a técnicas corneales, en nuestra opinión sería que NO es lo mas adecuado.
Si hablamos de otras opciones, tendríamos que irnos a la causa del problema, el Cristalino. El avance de las técnicas quirúrgicas que nos permiten realizar la mayoría de las cirugías de cristalino (Cataratas), en cualquier estado de madurez, de manera muy segura y sin apenas molestias para el paciente, con sus excepciones claro está, ha sido paralelo a el desarrollo de las Lentes Intraoculares que se implantan en cada cirugía de cristalino. Estas lentes se han desarrollado de manera que pueden corregir los defectos previos del paciente, Miopía e Hipermetropia, desde hace unos años, pero actualmente aparecen Lentes que nos dan la posibilidad de corregir el Astigmatismo (Lentes Tóricas), e incluso la Presbicia (Lentes Multifocales y Lentes Acomodativas). De esta manera, podemos corregir de forma más fisiológica la Vista Cansada a la vez que quitamos la catarata. Si volvemos a plantearnos la misma pregunta de si se opera la Vista Cansada en pacientes con cataratas, nuestra respuesta sería, SI, con excepciones y seleccionando aquellos pacientes que además de las cataratas no tengan ninguna otra patología ocular excluyente.
El problema y la duda surge en aquellos pacientes que nos preguntan si se pueden operar sin tener aún cataratas que le hayan afectado a su visión. En estos casos, debemos individualizar cada situación y encontrar la relación adecuada entre los beneficios de la intervención y sus posibles inconvenientes en cada caso.
Por lo tanto podemos concluir que la cirugía de la presbicia debe tratarse de forma individualizada, buscando la mejor opción para cada caso y que por encima de los avances tecnológicos y quirúrgicos debe prevalecer el consejo de su oftalmólogo de confianza.
Dr. J. Daniel Martínez Rodríguez.